Las olas más grandes que arribaron a Chile, procedentes del gran terremoto y tsunami de Japón del pasado viernes 11 de marzo fueron las que llegaron y destruyeron parte del borde costero de la ciudad de Coquimbo.
2.5 metros de altura fue el tamaño máximo que alcanzó en Chile el tren de olas generado por el Tsunami y éstas llegaron a la ciudad de Coquimbo cerca de las 3:30 de la madrugada. Debo confesar que me he desayunado completamente respecto de la fuerza del fenómeno ya que el mar, con lo poco que alcanzó a salir hacia la ciudad, y después de haber viajado un día y casi 20 mil kilómetros arrasó con practicamemte todo lo que encontró a su paso.
Cambió a su gusto la forma de la playa Changas, arrasó con flora y fauna en el Humedal El Culebrón, botó barcos y señalética playera y finalmente, rompió las construcciones de concreto que separan la playa de la carretera.
No hay mucho más que agregar, frente a fenómenos como éstos (ya la prensa lo a demostrado) la elocuencia de las imágenes hablan por sí solas. Por lo demás es perfecamente posible notar la manera totalmente irregular del movimiento del mar al llegar a las costas de la ciudad,