"Pet Sounds"
The Beach Boys
Nadie que no sea un melómano podrá creer que una irregular banda como los Beach Boys (y más aún) a través de la edición de su peor fracaso comercial, iba a inspirar la creación de uno de los discos más influyente de toda la historia de la música popular como fue (o es) el Sargent Pepper Lonely Heart`s Club Band de The Beatles.
The Beach Boys
Nadie que no sea un melómano podrá creer que una irregular banda como los Beach Boys (y más aún) a través de la edición de su peor fracaso comercial, iba a inspirar la creación de uno de los discos más influyente de toda la historia de la música popular como fue (o es) el Sargent Pepper Lonely Heart`s Club Band de The Beatles.
Pero así fue, ese disco es Pet Sounds y la historia es más o menos como sigue. Corría 1966 y Brian Wilson, el líder y compositor de los Beach Boys venía siguiendo atentamente los sucesivos experimentos musicales que los Fab Four venían plasmando en discos como “Rubber Soul” y “Revolver”; la vida ya era pura sicodelia entonces, y de puro loco que estaba, a los 25 años, entre LSD y LSD, Wilson se propuso componer algo superior a todo eso.
Para ello se encerró en el estudio aprovechando que el resto de la banda estaba de gira (llegarían finalmente a grabar sólo las voces) y compuso y produjo en solitario las 13 joyas que conforman “Pet Sounds”. Wilson (que era sordo de un oído) grabó en monofónico revolucionando con sus maravillosas armonías y arreglos vocales no sólo la música pop sino también la ingeniería de grabación, donde para cualquier oreja dedicada es evidente notar la preocupación por cada segundo de sonido del disco.
En total contrató a más de 50 músicos profesionales mezclando sonidos sinfónicos con el electro-theremin, maracas, huiros, ukeleles, latas de bebida en el traste de una guitarra, timbres de bicicleta, y hasta a sus propios perros ladrando al final del disco. El mismo se encargaría del bajo, la voz, el piano, el órgano, la percusión y el citado theremin.
Al escuchar semejante locura, tanto Capitol Records como el resto de la banda se opusieron al lanzamiento temiendo obviamente las negativas repercusiones económicas que un disco inusitadamente experimental y complejo traería para el éxito indiscutido de la banda hasta ese entonces.
Sin embargo con el último esfuerzo que le quedaba, (fue tanto lo que dio por esta obra el genio de Wilson, que terminó reventado y con delicados trastornos mentales que lo obligaron a dejar la música meses más tarde por un buen periodo de años) logró salirse con la suya y finalmente todos tuvieron la razón.
Porque efectivamente fue Pet Sounds, el undécimo álbum de los chicos de la playa, su más grande y rotundo fracaso de ventas; pero al mismo tiempo se convirtió en una obra maestra totalmente fundamental e influyente para el desarrollo del arte moderno.
Porque cuando el disco fue definitivamente lanzado en Mayo de 1966, apenas lo escuchó, Paul McCartney señaló que era el mejor disco vocal jamás grabado, y quedó marcando tan ocupado que se lo hizo escuchar una y otra vez a John Lennon, porque esa era la dirección hacia la que tenían que apuntar en la composición de su próximo álbum, que resultaría ser finalmente el Sargent Pepper y toda la historia conocida.