La casa no tenía reja, bueno, tampoco closet, portón ni un nuevo medidor y otras cosas, pero a ratos para nosotros las urgencias ceden terreno a lo importante, e importante para nosotros fue concretar este proyecto: la idea de un muro ecológico. Qué quiere decir esto? una construcción realizada íntegramente con materiales naturales y de desecho, anoten: tierra, agua, arena, arcilla, aserrín, alfalfa, botellas de vidrio y botellas plásticas rellenas con bolsas. Con todo aquello se puede construir no sólo un muro, también una casa entera como aprendimos en el proceso.
La idea en serio como siempre provino de Pilar, quien a su vez había recibido un mail de la marita con unas imágenes con construcciones de este tipo, un par de consultas y resultó que su hermano (muy habilidoso con las manos) era amigo de una arquitecta que se estaba especializando en trabajos de este tipo.
En tres tiempos hicimos los contactos, sacamos las cuentas y era que de pronto tuvimos a dos locos albañiles levantando un muro hecho de barro y botellas ante la sorpresa y admiración de los vecinos.
El proceso es relativamente simple, se realiza una mezcla entre el agua, la tierra, la arena, el aserrín y la afalfa, ésta última hace las veces del enfierrado tradicional, o sea, se hace adobe, el que va depositado sobre botellas plásticas y de vidrio, las primeras reemplazando a los ladrillos y las segundas cumpliendo funciones estéticas como podrán apreciar en las fotografías de más abajo.
Hay una tarea ciertamente titánica y que de concretarse en una empresa como ésta, le anotaría a uno varios miles de puntos en materia de conciencia ecológica, y es llenar las botellas plásticas con bolsas del mismo material, esas que se llevan todos los premios en materia de contaminación debido a su lentitud en el degradado. Sin embargo lo resolvimos con tierra (en realidad lo resolvieron Pilar y las niñas porque debo reconocer que con suerte transporté algunos sacos). La idea final es que las botellas queden sólida y con peso, ya que tendrán la importante misión de sostener toda la estructura.
Que las niñas hayan participado de todo esto es otro elemento a favor en este tipo de construcciones, ya que la familia puede integrarse sin ningún problemas a las distintas tareas del proceso, como se puede igualmente apreciar en algunas imágenes. La Marita de hecho aportó un kilo en todo esto.
En los 10 días que duró la construcción, los "maestros" gozaron de una inaudita popularidad no sólo entre los vecinos, también entre los pasaron por ahí. Bocinazos, fotografías, conversas, saludos, felicitaciones (incluso regalando botellas y hasta una camioneta llena de arena) y muchos etcéteras más para los jornales más sui generis que he conocido: al igual que los tradicionales, trabajando con una radio y música bien fuerte, pero en vez de cumbias sonaban sonatas de Betthoven y otros autores clásicos.
Si estan interesados en algo similar les dejo el contacto de Karen , quien junto a Milton fueron los dos maestros a quienes desde ya agradecemos la posibilidad de mostrarnos esto y dejarnos un muro tan original como sustentable. Por lo demás, fue durante la construcción de este muro que apareció nuestra querida JanisJoplin, pero esa es otra linda e inolvidable historia.