“La llegada de la Janisjoplin supone un cúmulo de cosas que aún no estamos en condiciones ni siquiera de imaginar. Cómo un perrito una perrita puede cambiar tanto las cosas en una casa.

Observo a Pilar mirándola echarse con mucha propiedad en la puerta de la cocina (sabiendo que a Pilar le carga que esté cerca de la cocina) pero ésta no tiene más que sonreir.  La Janis ha sido capaz de voltearla en un montón de cosas. Si yo hubiese tan sólo amenazado alguna de sus plantas…sin embargo, nuestra muchacha no ha encontrado nada mejor que hacer en el mismo huerto un gran hoyo (uno de tantos), destruir la plantación de semillas y hacer ahí mismo un nuevo y original lugar donde echarse a descansar, encontrando una satisfacción que no acabo de entender.

La Janis "apoyando" la construcción del muro
En apenas dos meses, son muchas las cosas sin terminar de comprender, o mejor dicho, de conocer. Es que nos estamos recién conociendo sin embargo es como si aquello hubiese pasado hace siglos. Y eso que apenas sabemos que llegó un día de octubre junto a la construcción del muro y se les pegó a los maestros hasta que a la tercera jornada se movió sólo para cambiar de lugar, entonces subir las escaleras y ubicarse en la puerta de la casa, de ahí nadie más la movió.

Por los días previos a su llegada rondaba con inusual fuerza la idea de integrar un perrito a la casa. No nos poníamos de acuerdo. Las niñas lo iniciaron con insistencia, pero yo ponía paño frío en un comienzo porque no quería que ello fuera resolver uno más de sus caprichos. Temía que lo que en realidad quisieran fuera un juguete. Ellas simplemente pedían y pedían un perro. Si le preguntaban a Pilar, ella se inclinaba por algo grande que además pudiera imponer respeto y así protegernos. A mi aquello me daba prácticamente igual, con tal que fuera simpático o simpática. Bingo ! 

La JanisJoplin viene de la calle y eso se le notaba en el pelaje y la mirada, en su ansiedad. Por lo demás es mestiza, muy mestiza. Pelo blanco, lomo café y una pata completamente negra así es que quizás en qué salvaje orgía se haya visto involucrada su madre. Sin embargo es evidente de que su paso por el vagabundeo fue el resultado de la idiotez de alguna familia que resolvió echarla a la calle ya que manifiesta “modales” domésticos sorprendentes, si les interesa: hace todas sus necesidades solamente en la tierra, en el mismo lugar; si tiene algo para comer lo lleva hasta el patio para no ensuciar el piso de la casa, se para en dos patas por un largo rato como si de un número circense se tratara, entiende claramente cuando debe o no hacer algo, independiente que después lo haga igual, como madrugarnos con la comida si uno anda paviando.

Por supuesto es una perrita como cualquier otra: le gusta el paseo, echarse en lo blandito, hacer hoyos en la tierra, que la acaricien, estar acompañada, jugar con otros perros y hacerle la vida imposible a los clásicos: aquí la vemos hostigado a su primer gato.

"Baja te digo, pelea como un gato !"
Se dice que de todos soy el que más loco está con todo esto y aun cuando tangan razón me da gusto ver por ejemplo que las niñas ya no pidan como primera cosa, al levantarse, ver televisión, si no que bajen de a dos en dos los escalones para ir a acariciarla. Las cosas ya están cambiando a su modo y esto me está gustando, bastante.

Volviendo atrás, a su llegada a la puerta de nuestra casa, siguieron un par de días más con la incertidumbre creciendo hasta que no me resistí a alimentarla a sabiendas de que entonces sería complicado que se fuera. Ya me parecía bastante simpática y cariñosa, a todos en realidad. Comenzamos a querer a la JanisJolpin que en ese entonces no se llamaba de esa manera si no que JohnLennon hasta que alguien por ahí tuvo la genial ocurrencia de examinarla y hacernos caer en el error. Hubo que rápidamente buscarle un nuevo nombre.

Le dábamos comida, cariño, tenía nombre, pero aún no decidíamos en serio si la dejábamos o no con nosotros (aunque ya era evidente). Hasta que las cosas ocurrieron así. 

Le entró el celo un día a la JanisJoplin, el quinto día de su llegada. Fue entonces que decidimos meterla al patio y aquello obedeció simplemente a la necesidad de protegerla de los canes que comenzaban a llegar con carpa afuera de la casa y porque tenerla en ese lugar embarazada y pariendo sí que iba a convertirse en un drama. En ese momento tampoco teníamos nada decidido, sin embargo ya la cosa estaba más o menos clara y a los pocos días salía humo blanco en un almuerzo familiar y teníamos una nueva integrante.

De la Janis nada sabíamos, alguien x ahí la había visto vagando, para venir de la calle estaba bastante limpia. La veterinaria nos abrió los ojos con respecto a dos datos más: aparenta 3 años más o menos (nosotros le echábamos siete meses) y estaba muy y educada domesticada. Por ello, persiste la tesis de que habría sido abandonada por algún idiota.

Una imagen inédita. Aquí la vemos poniendosus banderas
en el disputado sillón. Ojo: Esta imagen no la puede ver Pilar !
Rápidamente se hizo un lugar en la casa y exigiendo (a su manera por cierto, lo que quiere decir “como que no quiere la cosa”) sus cosas: comida casera, un sillón que pelea con Pilar, su lugar en el auto para los paseos. La Janis va camino a ganarse un merecido Oscar si los de la Academia vieran el show que hace cuando uno va saliendo y no la lleva. Es después de todo una niña metida en el cuerpo de un animal.

No existe la más mínima esperanza que la Janis neutralice a algún amigo de lo ajeno si éste tiene planes con la casa, así es que si alguno de ellos está leyendo esto, la tiene en bandeja. Lo más probable es que le mueva la cola y le lleve su pelotita de colores para jugar o peor aún, que le ofrezca algún arreglo del tipo, “te ayudo a entrar y tú te llevas una tele y yo me encargo de la comida.”, su gran pasión.

No es violenta para nada nuestra JanisJolpin, es más bien del tipo paz y amor a tiempo completo (hasta la vieja pesada del pasaje le tiene buena, increíble) y creo que su peinado no es del todo azaroso. Hippie como ella sola, le encanta compartir con la gente y no se pierde una, aquí la vemos desordenando las cosas en su primer asado.

"¡Qué vergüenza!" fue su reacción al ver
las imágenes de aquel dia.
También como toda perrita, tiene algunas cosas desconcertantes: se pone nerviosa arriba de los autos pero no pierde oprtunidad subirse a uno, no deja de mover la cola en todo el día y es capaz de comer hasta papeles, los huesos a veces los entierra pero otras se los come cual si fueran migas de pan, sin embargo detesta la comida para perros, seca y dura; prefiere los brócolis, las frutas, los fideos, el puré, los caldos, la leche y por sobre todo, el pan, pero fresco, nunca frío, es como una niña, hay que estar al lado de ella par que se coma la comida que no le gusta y prefiere seguir el juego aunque esté exhausta  antes que perder el tiempo tomando agua…”

Los párrafos anteriores forman parte de un texto inconcluso y nunca publicado sobre la aparición de la querida JanisJolpin en nuestras vidas. A pocas semanas de esto, un cambio brutal obliga a retomarlo y orientarlo hacia emociones y palabras  que nunca hubiese querido enfrentar.

El día de ayer, cerca de las 21 horas una enorme camioneta la embistió muy duro debido a una pésima maniobra producto de su desmesurada ansiedad por correr a recibirnos cada vez que llegábamos luego de salir sin poder llevarla. Aquel conductor (o conductora, no recuerdo muchas cosas de ese momento salvo ir de pronto absurdamente a toda velocidad en el auto gritándole a mi Janis ya muerta rumbo a la veterinaria) de seguro nunca tuvo a un padre como el mío que le aconsejara, “Hijo, en los pasajes maneje siempre despacito, nunca sabes con lo que te puedes encontrar”

Murió en la puerta de la casa. Con su último esfuerzo luego del impacto logró reponerse y subir con su habitual rapidez quién sabe cómo la escalera hasta la puerta y dejarse caer, en el mismo lugar donde un día decidió echarse para insinuarnos a su manera (“como que no quiere la cosa”) que no sería una mala idea vivir con nosotros. Y claro que no lo fue maldita sea.

La llegada de la JanisJolpin intenta también ser ahora su partida pero eso es imposible. Una perrita como ella no persiste sólo de una manera material, llegó y punto. Nadie en esta casa puede decir ahora que se ha ido, a pesar de que el destino insista en demostrarnos la evidencia de su vacío, y todo sea por ahora tristeza, impotencia e incredulidad.

Apenas dos meses y quisiera que la marita tenga razón cuando me toma la mano y me dice con una pena que no puedo, que esto es un mal sueño, que ya despertaremos con ella al lado, para volver a darle lo que apenas nos pidió: cariño, compañía y un poco de comida (bueno, bastante en realidad).

La Janis, buscando como siempre.
Al igual que la verdadera JanisJoplin tuvo una corta pero intensa vida, quizás debía haberle puesto AlejandroJodorowsky o Keith Richards! jaja, quizás, quizás tantas cosas ayer por la tarde…para mí lo único importante ahora es la certeza de que volvería a ser todo de nuevo como fue, si tuviese la oportunidad de recogerla nuevamente de la calle y quererla como ella se hacía querer. Claro, todo nuevamente tal como fue, con ella metida hasta las narices en nuestras vidas.

Descansa ahora en nuestro patio, junto a su querida pelota multicolor, diseminando su cuerpo en semillas que de seguro harán brotar en frutos y flores toda esa inmensa vida que llevaba consigo, Seguirá ahí en su lugar, cuidando a la marita en sus juegos, observando / escuchando a la Cata en el piano, espantando a los pájaros que llegaban a robarle su comida, molestando a los gatos y acompañando como siempre a Pilar en su eterno jardineo, quien de seguro extrañará en silencio esos profundísimos hoyos por donde se pensaba que un día podía sacar un chino su cabeza.

Seguirá esperándome la Janis, a diario, como ella lo hacía para abrirle la puerta en la mañana, bien temprano, para entrar y hacer de nuestras vidas algo mucho mejor de lo que estaba antes de su aparición; y alimentarla, acariciarle la panza hasta que se dormía, bañarla y secarla con secador como a ella le encantaba, echarse a mi lado para acompañarme en el trabajo o mientras preparaba la comida, insinuándome siempre un nuevo paseo fuera de la casa, al lado, siempre al lado mío.

La Janis a 200 k/h haciendo suya una playa de La Serena.
Seguirá con nosotros la Janis, con todos nosotros, desde algún lugar tan amplio y fresco como las playas que le encantaba recorrer,  seguirá alegre y libre como ella sola, saltando, corriendo rapidísimo, moviendo infatigable su cola, y con esos bellos ojazos negros que se gastaba, llenos de pura ternura y verdadera nobleza.

Sólo eso y esperar que el tiempo como siempre haga lo suyo, mientras aquí abajo nos las arreglamos para ir llenando ese inmenso vacío que se siente hoy en el hogar. No es mucho lo que podemos hacer por ahora más que resistir y abrazarnos los unos a los otros, y lágrimas y absurdo y culpas y un idiota miedo al cariño, pero todo será pasajero, ya mañana será la más linda de todas las saudades y como ordena la sabiduría, cosas buenas

Porque todas estas palabras serán huecas si no somos capaces de hacerle a su memoria el más lindo de todos los homenajes, hacer de su partida una enseñanza más, a ella que era pura vida y buena onda no le podemos hacer esto, no le podemos venir con cosas raras. Le debemos algo más, el último cariño de todos.

Le debemos el aprender de su muerte no tanto para comprender a la vida y sus destinos, (ese absurdo por el que me desvelo hoy), si no para llevar a cabo la más linda y simple tarea de todas, aprender a querer en serio y mucho más a todos los que estamos vivos. 

Descansa en paz inolvidable, irremplazable y necesaria amiga, descansa en paz, descansa, el dolor ya pasó para ti, ya pasará para nosotros. Descansa. Todo irá a estar muy bien aquí en la casa. Te lo prometo.

In Memoriam
JanisJoplin (xx - 2011)
Coquimbo, 20 diciembre 2011.

Algunas postales en la vida de Janis !





Siguiendo este link, más imágenes en la vida de JanisJoplin. Imperdibles !
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