En Valparaíso, se sabe, las cosas suelen ser como en ninguna otra parte. En un territorio tan marcado por la bohemia y la buena vida, dos ejemplos de felinos que no se quedan atrás.
El primero vive en el Taller del Litre, sí, donde el famoso Choro Willy y acá se le puede apreciar descansando muy en la onda felina, en plena cornisa y sin importar en lo más mínimo la caida libre. Hasta pareciera que el gatito sabía que su imagen con Valpo al fondo era una foto hecha.