Un accidente transformó a Alvaro Prieto en músico, en guitarrista y además compositor y voz de una de las bandas centrales de la escena rockera chilena durante los años 1995 y 1999, esa banda fue Los Miserables.
Antes de eso Prieto era escritor y por eso escribió la música y la letra de algunas de las composiciones más recordadas del grupo como "Progeso", "El origen de la violencia", y "N.N.", publicando posteriormente dos libros y un tercero en revisión.
Pero por sobre todo Prieto era artista plástico, que aquel fue el nexo primero como colaborador gráfico para la portada de un álbum del grupo.
Lo que sigue es una pequeña muestra de su trabajo. Pinturas, grabados y collages realizados con diversos materiales, una obra plástica también sin publicar, porque pasa directamente del taller a la casa de algún comprador.
Fue esta urgencia la que nos convoca bien adentrados en el Valle de Elqui, en Alcohuaz, lugar donde se instala hace casi 14 años; estamos en torno a las cervezas y las charlas de siempre, pero ahora también con la cámara, porque hay que hacer un catálogo pero por sobre todo para ganarle un poco de terreno al olvido, antes de que los cuadros sigan su curso natural ya lejos del artista, aquella infranqueable distancia que como una fatalidad espera a cada pincelada.